Aversión a la Pausa: una lección para el mundo de los negocios de hoy.

 

Aversión a la Pausa

“Una lección para el mundo de los negocios de hoy”

 

"La sabiduría empresarial se encuentra en la pausa estratégica que permite la toma de decisiones acertadas."

 

Hace pocos días, dentro de un taller en el que me encontraba co-facilitando un tema a un grupo de ejecutivos del área comercial de una de las más influyentes entidades bancarias de Guatemala, tuve el honor de conocer a una ejecutiva de recursos humanos de esa misma institución, con quien sostuve una breve y agradable conversación sobre lo vertiginoso que es el mundo de los negocios de hoy en día, y que sobre una actividad se tiene que ejecutar otra y, dentro de este ritmo, se deben ir sorteando todos los obstáculos que se presentan, con el fin de alcanzar el resultado y la excelencia.

Pausa. Alto. Pare. Fuente: Freepik.es

En esa conversación nos encontrábamos cuando, como por arte de magia, se cruzó una frase dentro de aquel intercambio de experiencias: “La aversión a la pausa”.

De inmediato pensé que ese podría ser un buen título para mi próximo artículo de este blog y se lo hice saber a mí interlocutora.

Después, cuando pensaba en estructurar y darle forma a aquella idea, recordé que en el año 2016 leí un libro muy valioso, según mi punto de vista, y me refiero al de Nance Guilmartin, "El poder de la pausa".

Y es que en un entorno impulsado por el poco tiempo y la constante demanda de resultados inmediatos, se ha extraviado la capacidad de apreciar el poder transformador de una pausa. La aversión a la pausa se ha arraigado en la cultura empresarial moderna, en donde el frenesí constante y la urgencia perpetua se han convertido en la norma, y considerarla para uno mismo casi una locura. Sin embargo, esta actitud extrema de producir está costando parte de nuestra salud, más de lo que nos damos cuenta.

Pero, exactamente, ¿qué es una pausa estratégica? Según Guilmartin:

Puede ser tan simple como no responder de inmediato a algo que alguien dice, hace o escribe. Puede durar treinta segundos, un minuto, una hora o un día. Puede ser una respiración profunda. Es cualquier espacio entre una acción y tu reacción. Es el mecanismo de seguridad que te da la oportunidad de tomar una elección diferente a la que tomarías si continuaras a toda velocidad, impulsado por lo que crees saber, ver u oír”.

En este sentido, lejos de ser una pérdida de tiempo, puede ser un recurso invaluable para el crecimiento personal y profesional y también evitar una que otra “metida de pata”. Con esta nos permitimos desconectarnos del ruido exterior y reflexionar internamente, ya que la pausa nos brinda la oportunidad de evaluar nuestras acciones, tomar decisiones más informadas y encontrar soluciones innovadoras a los desafíos que enfrentamos. Es en esos momentos de silencio y quietud que pueden surgir las ideas más brillantes y también se puede nutrir nuestra intuición.

Por otro lado, no está demás compartirlo y, aunque lo escriba, no es un conocimiento ajeno para cualquier ejecutivo que use su sentido común. Me refiero a que la aversión a la pausa también tiene un impacto negativo en nuestra salud y bienestar.

Entonces, ¿cómo se puede superar esto y comenzar a aprovechar sus beneficios? En primer lugar, debemos desafiar la idea de que el tiempo dedicado a la pausa es tiempo perdido. Al igual que un atleta necesita descansar para conseguir su máximo rendimiento, nosotros también necesitamos momentos de descanso para potenciar nuestra eficiencia y creatividad. Aceptemos que la pausa no es un lujo, sino una necesidad.

Por otro lado, es fundamental establecer límites claros en nuestro trabajo y vida cotidiana. Eso quiere decir que debemos definir momentos específicos para desconectar y permitirnos relajarnos y recargar nuestras energías, ya que nos ayudará a mantener un equilibrio saludable. Esto implica establecer límites en el uso de la tecnología y aprender a priorizar nuestras necesidades de descanso y autocuidado.

Finalmente, es importante cultivar la conciencia plena y la atención en el presente. La pausa no se trata solo de tomar un descanso físico, sino también de estar plenamente presentes en el momento presente, es decir, ser y estar conscientes que estamos tomándonos, de manera intencional, una pausa. Al practicar la atención plena, podemos calmar nuestra mente y reducir el estrés, lo que a su vez nos permite tomar decisiones más claras y estar más comprometidos con nuestro trabajo.

Para concluir, recuerdo que en otra oportunidad estuve facilitando otro curso sobre productividad, también a otro grupo de ejecutivos, pero ahora de una empresa de consumo masivo. En aquel momento les compartí el artículo, escrito por Olga Mecking, “El arte de no hacer nada”. En éste, Mecking comparte que mostrar que estoy ocupado, con una larga lista de pendientes y con poco tiempo es una premisa que indica que soy muy importante, es decir, es una idea de status en el mundo de los negocios.

En este artículo comparte la palabra "Niksen". Básicamente, el significado de la palabra se refiere a un momento de inactividad que permite, entre otras cosas, ser intencional en eso que llamamos “soñar despierto” y que, según investigaciones, ese momento nos vuelve más productivos.

¿Aún conservas la creencia de que hacer una pausa es una pérdida de tiempo?

Espero que lo anterior sea de beneficio para tus decisiones de tomarte una pausa, como una estrategia para ser más productivos.

Comentarios

  1. Alfredo Paz Subillaga12 de julio de 2023, 4:32

    Excelente reflexión estimado Lic. Mario Santos. Totalmente de acuerdo, pues en algunos lugares de trabajo se piensa que mientras más se trabaje y más tarde se salga del trabajo y "no se pierda tiempo" en trabajar, mejor colaborador se será... Es tema de mentalidad y cultura. Saludos.

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