La culpa mueve a las personas a ser mejores líderes

En la edición de enero 2011 de la revista Harvard Business Review encontré un interesante artículo. “Las personas movidas por la culpa son grandes líderes”.

En sí, el artículo se fundamenta en una investigación y su respectivo hallazgo que las personas con sentimientos de culpa tienden a esforzarse más y a desempeñarse mejor que aquellas no propensas a sentir culpa y son percibidas como líderes más capaces.

El estudio incluyó a 150 trabajadores del área de finanzas de una firma Fortune 500, a quienes se les entregó un test, el que mediría la tendencia a sentir culpa.

Al correlacionar los resultados del test con las evaluaciones del desempeño de los incluidos en la investigación, se descubrió que las personas que tenían mayor tendencia a sentir culpa, obtuvieron calificaciones de desempeño más altas que las de sus jefes.

Lo sorprendente del artículo es que se llevó a cabo un seguimiento y se encontró que a más culpa había más compromiso.

Pues bien, al respecto de este interesante artículo que toca un sentimiento muy humano y primitivo y que ahora es integrado a la vida de las organizaciones a través de este interesante estudio, aunque como sentimiento siempre había estado presente.

Lo interesante, sobre todo, es que no se había hecho investigaciones de este tipo hasta la fecha, que fuesen de dominio público.

Cuando leía este artículo, muchas situaciones y experiencias se atravesaron en mi mente. Iniciando con aquellas situaciones en las que por malas decisiones, algunos empleados son cesados de sus puestos de trabajo, dejando por esas malas decisiones, compromisos, mala imagen, costos y gastos de producción y financieros o cualquier otra situación negativa que hubiese comprometido a la entidad donde se desempeñaba el colaborador.

Pues bien, analicemos un poco más que dice el diccionario sobre la culpa.
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, culpa es una “Acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”. (Definición psicológica) 

Por otro lado, los estudios psicológicos muestran que la consecuencia más notable de la culpa es el remordimiento y este no es más que una serie o pensamientos mentales repetitivos que, dependiendo de la gravedad de la falta, profundizan una situación o mueven a alguien a arreglarla.

En el caso que nos compete, es decir, a lo interno de las empresas, las responsabilidades o culpas se mueven en otros conceptos menos humanos y más materiales. 

Dentro de todo lo anterior, me recordaba de algunas desvinculaciones que se llevaron a 
cabo en muchas organizaciones en las que por responsabilidades, las personas habían sido cesadas de sus puestos de trabajo.

Pues bien, en el contexto que estamos hablando, ¿No hubiese sido más provechoso para una empresa continuar con el colaborador y “aprovechándose” de la culpa que manejaba, hacerlo mejor colaborador, más comprometido, más concentrado y entregado en sus tareas?

Claro, con el ser humano no hay nada escrito y todo es relativo y pueden suceder situaciones contrarias a lo que exponemos.

Por otro lado, indica que los líderes que manejan cierto grado de culpabilidad son más esforzados, mejores líderes, altruistas y dispuestos a ayudar a otros, tienen mejor desempeño, son más comprometidos con sus empleadores y más capaces de ver el panorama general.

Al respecto de esto, me viene a la mente el tema del talento humano, del que tanto se habla y se continua haciendo. ¿No es este el perfil  de algún tipo de personas que las empresas necesitan hoy en día?

Adicionalmente, ¿Podría incluirse personas que hayan tenido situaciones difíciles en empleos anteriores, en los procesos de reclutamiento  como ventaja diferencial, al momento de contratarlos?

El artículo finaliza indicando que el trabajo de investigación sobre la culpa en los líderes, le entusiasma a los investigadores por todo lo que podría lograrse o alcanzarse.

En definitiva, considero que hay muchas cosas interesantes que se pueden hacer al respecto, de pronto alguna línea de investigación en nuestra realidad de Guatemala, que de por sí no hacemos, que podría ayudar en la gestión de los colaboradores a lo interno de las entidades u organizaciones.

¿Qué tan poderosa es la culpa, que puede inducir a una persona hasta de quitarse la vida, como también hacerlo mejor trabajador?

Usted, ¿qué opina?

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