Cambiaré de Trabajo. ¿Como haré para minimizar los riesgos para un buen acierto?
Treinta días duró la ilusión. Al dia cuarenta y uno todo había terminado.
Dentro de la reunión de trabajo se habló sobre el avance de los proyectos, de los caminos a seguir y cómo se llegaría hasta ahí, luego la conversación de trabajo tomó otro rumbo.
- Quería hablar contigo de algunas cosas importantes y, especialmente, de tu gestión en estos últimos treinta días…
La decisión estaba tomada: - No continuarás más en la posición -.
La noticia le ha caído, literalmente, como una bomba.
Al salir, dirigiéndose hacia el parqueo, miraba rápidamente a toda las personas con las que se encontraba, pensaba si todos sabrían por lo que él estaba pasando, mejor prefirió ver hacia abajo, tratando de encontrar consuelo en algo.
Una vez dentro del vehículo, tan solo tuvo ánimo de introducir la llave. Luego reclinó hacia atrás el respaldo de su asiento, se acomodó, llevó sus manos a la cara y la cabeza le daba vueltas, los pensamientos, las ideas, frustración, enojo, tristeza y la frasecita martillaba la mente repetidamente: “No continuarás más en la posición”.
Días antes, la decisión de cambiar de trabajo había sido tomada, considerando el perfil requerido para la posición, con el que se cumplía, como cosa no muy común en los procesos de selección, en un ciento por ciento. Se consideró también a la compañía y sus antecedentes dentro del mercado laboral, los beneficios y las condiciones salariales ofrecidas, relativamente mejores a las que actualmente se tenían.
Para tomar la decisión de cambiar de trabajo, fueron necesarias dos entrevistas. Preguntas y respuestas de rigor, dentro del protocolo del proceso de selección.
La emoción por una nueva aventura laboral, un poco crecido el ego porque le habían contactado y casi rogado para convencerlo. En el ofrecimiento estaba una posición con estatus y un salario mayor.
Habiendo pertenecido a una importante empresa, de donde se lamentó la partida de este buen elemento. Los deseos de éxito y las clásicas frases: “te vamos a extrañar”, “no te creo que te retiras de la organización”, “estás seguro que de verdad es un buen cambio”, entre otras, fueron los comentarios de los hasta un poco más de un mes fueron los compañeros de trabajo a quienes había acompañado en este viaje laboral, en los últimos ocho años.
Algunos meses después del trauma laboral y de haber superado la experiencia de desvinculación temprana, se hacen los respectivos análisis y las causas que empujaron a una al empleador a tomar la difícil de decisión de prescindir de un colaborador que recientemente se contrató.
Esta experiencia se ha repetido muchas veces, más de lo que nosotros podríamos creer y continuará repitiéndose: la desvinculación temprana de un ejecutivo.
Cuando se analiza esta situación, concluimos definitivamente que la responsabilidad entre quien contrata y quien acepta la nueva posición es compartida.
Surge entonces la pregunta sobre qué deben hacer las partes para no cometer estos errores.
Es comprensible que en estos días, época, llamada por algunos, del microondas, porque el sentido de urgencia es desmedido y da la sensación que la planificación no fuera parte del proceso, sino la toma de decisiones rápida y sin consideración, se dejen por un lado aspectos que el sentido común indica y que son importantes dentro de un proceso de contratación de un ejecutivo.
Voy a presentarles algunos aspectos importantes que se deben considerar, al momento de tomar una decisión de este tipo, pero solo tomando en cuenta al ejecutivo que toma la decisión de cambio, no porque la empresa contratante no pierda o no sea importante, más bien en este artículo quiero referirme solo a Él:
Para decidir cambiar de trabajo se deben considerar algunos aspectos para reducir, en un gran porcentaje, el riesgo de perder de manera temprana una posición.
Antes de tomar una decisión de cambio, considere los siguientes aspectos:
1. Investigar al futuro empleador
Posiblemente el tema de investigar sea lo más importante que se debe hacer al momento de considerar un cambio, entonces, la pregunta es ¿qué debo investigar?
Posiblemente la organización a la que se cambie sea famosa y tenga buena imagen dentro del mercado en donde se desenvuelve, sin embargo, considere que la imagen podría ser muy diferente a la realidad, ya que, generalmente, las empresas gastan recursos para construir una imagen, pero a lo interno, la realidad podría ser distinta.
En este sentido, podría apoyarse en alguien que usted conozca y que trabaja en la empresa, solicitándole ayuda con respecto a la persona o personas que están a cargo del área a donde usted podría dirigirse a trabajar, sobre el ambiente que se viven en el área, el tipo de liderazgo que poseen para saber si es compatible con el de usted.
2. Me cambio porque me pagan más
Esta es una causa por la que se considera cambiar de trabajo.
Sin embargo, cuando se está trabajando en una empresa donde las condiciones laborales y salariales son aceptables, es decir, buen ambiente laboral, presiones normales de trabajo, reconocimiento medio por las laboras que se realizan, dominio y experiencia en las atribuciones, es mejor analizar de manera detenida la decisión y aplicar el aspecto de la investigación como parte fundamental de una decisión de cambio.
3. Tomar decisiones por presión
Alguna vez alguien me enseñó que no debía tomar decisiones cuando estuviese presionado. Las emociones traicionan.
En este sentido, la desesperación dentro de un puesto de trabajo puede estar siendo causada por muchos factores. Dentro de las principales causas están las necesidades económicas, liderazgo deficiente, las condiciones actuales de la empresa, pocas posibilidades de desarrollo y expectativas personales más altas.
Sin embargo, aunque podrían existir otras causas que lo presionen, lo importante es darse el tiempo para encontrar una buena posición y no dejar de buscar.
Colocar su hoja de vida en los sitios que tienen bolsas de trabajo, contactar amigos, familiares, etc, pude incrementarle las posibilidades de encontrar algo mejor, sin embargo, el consejo en este sentido sigue siendo, espere, porque las mejores decisiones son tomadas cuando menos presión existe.
4. Sea realista con usted mismo y sus habilidades
Constantemente, los ejecutivos hacen cambios a empresas más grandes de las que actualmente están, porque dicen que la empresa actual no es suficientemente grande para atender a sus expectativas y que por su pequeño tamaño, creen que aportan más de lo que la empresa necesita.
Esto hace que se tenga una visión poco realista de las propias habilidades con las que se cuenta.
Cambiarse a una empresa más grande pondrá en relieve las habilidades reales de una persona, las que podrían quedar muy pequeñas en relación a la exigencia.
Muchos ejecutivos que han tomado la decisión de cambiarse y a empresas más grandes y han fracasado porque las condiciones son distintas y mucho más exigentes.
Ser humilde y al mismo tiempo realista con las propias habilidades, dentro de un examen de autoconciencia, podrían contribuir a no sobrevalorarse.
Darse el valor real, pero al mismo tiempo, considerar que cualquier cosa puede fallar es una forma precavida de actuar y no creer que uno lo es todo.
5. Pensar solo a corto plazo
Al inicio de este artículo mencionábamos que estamos en la “época del microondas”, es decir, la época en que se quiere todo rápido.
La planificación de una carrera profesional es importante, pero más importante es estar consciente del momento en el que usted se encuentre, porque no es lo mismo tener 25 años, que 35 y menos 45, porque cada una de estas edades tiene diferentes formas de planificar y de la toma de decisiones.
Bien, estos aspectos mencionados podrían ayudar a alguien a considerarlos antes de cambiarse de empresa.
Pero, ¿qué pasa con aquellos que ya tomaron la decisión y hasta ahora se dan cuenta de su error?
Considere que no es lo mismo que usted se cambie de trabajo, teniendo uno y no teniéndolo. Las condiciones son diferentes.
En este sentido, si usted no tiene trabajo, de igual forma, investigue y tome una decisión fundamentada y estratégica, porque un segundo error podría ser un golpe muy fuerte a su autoestima y al estar en la nueva posición, demuestre por qué lo contrataron, proyéctese en la posición, tome las decisiones que deba tomar, comuníquelas y hágase sentir dentro de la nueva organización, al final de cuentas, como reza el viejo refrán “escoba nueva barre mejor”. Demuéstrelo.
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